Las bases de su menú son la cocina clásica italiana, pero en Vincenzo hay espacio para lo variado, y sobre todo arriesgado
Las bases de su menú son la cocina clásica italiana, pero en Vincenzo hay espacio para lo variado, y sobre todo arriesgado

Este rinconcito italiano en pleno corazón de San Isidro ofrece tradición, herencia y mucho sabor. Con un espíritu valiente, Vincenzo conquista los paladares más exigentes y brinda a los comensales locales el exquisito sabor de la verdadera cocina italiana con algunos guiños de fusión local que sorprenderán a más de uno.

Abrió sus puertas el pasado octubre con un local acogedor, muy bien puesto y con toda la energía que ofrece un nuevo espacio. Las bases de su menú son la cocina clásica italiana, pero en Vincenzo hay espacio para lo variado, y sobre todo arriesgado. Pizzas, carpaccios, pastas largas o rellenas, salsas tradicionales y lasagnas dan paso a combinaciones más osadas donde Italia y Perú se mezclan. La carta ofrece variedad para todos.

Vincenzo Ascoli es hijo de Pier Luigi Ascoli, quien fuera el dueño del emblemático restaurante de pastas en Lima, San Ceferino. El joven se crió en el restaurante de su padre, entre pastas, servicios y mucha gente; hoy su propuesta brinda un espacio de formas tradicionales, pero que no renuncia a la creatividad culinaria que la juventud da. Junto a su jefe de cocina Josue De La Mata, elaboran platos que dan un paso más, tal es el caso de los ravioles al cacao rellenos de loche con amaretto y almendras en salsa de salvia o los ravioles al olivo, en dos colores de masa, morados y verdes, rellenos de pulpo al olivo con alioli de palta. Dos platos originales, que no decepcionan y llevan los sabores muy equilibrados. En el caso del pulpo, se encuentra en su punto perfecto de cocción y el balance de la aceituna también está muy bien logrado, consiguiendo un plato agradable, delicado e innovador.

Las entradas ofrecen los clásicos de siempre, vitello tonnato, un carpaccio Di Manzo (carne) muy bien logrado y también la opción de salmón, todo con el toque especial de la casa. La Straciatella con tomates cherry y alcaparras es fresca y contundente, y la provoleta se sirve con pimiento morrón.

En las pastas tradicionales podrán encontrar fusilli a la bolognesa, fetuccini al alfredo o los deliciosos capelettis de pollo servidos con la tradicional salsa pomarola casera. Los especiales del local son ese toque de innovación del que hemos estado hablando en esta nota. No deje de probarlos. Si pasamos a los segundos, el espacio propone varios cortes de carne acompañados de pasta, bife a la griglia, entraña americana angus, 280 gr de lomo fino con salsa de hongos y risotto. Hay pollo y también salmón. El delicioso ossobuco de la nonna está bañado en su propia salsa y acompañado de tagliatelle a la crema. Si busca algo más ligero las pizzas son hechas al horno de leña, están muy bien logradas y perfectas para acompañar con una copa de buen vino. Su carta incluye opciones interesantes de Argentina, Chile, Italia, entre otros. Y la propuesta de cócteles de autor también es interesante y está bien surtida. Un espacio ideal si buscan una experiencia agradable con amigos o familia, buena bebida y sabrosa comida.