En diálogo con Correo, el constitucionalista Alberto Borea analiza el impacto de los principales acontecimientos tras la segunda vuelta. Sin embargo, resalta la necesidad de enfocarse en el futuro y esboza planteamientos que deberá tener en cuenta Pedro Castillo en caso sea declarado ganador de las elecciones.
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Los criterios reglamentaristas que ha mostrado el JNE sobre los pedidos de FP, considerados en torno a la hora, pago de tasa y, sobre todo, que se envíen a la Fiscalía expedientes en los que peritos de parte decían que existía firmas falsas en actas electorales, ¿son suficientes para que se pueda decir que estas elecciones son legítimas o estas irregularidades deben investigarse?
Yo hubiera preferido una actitud más amplia del JNE. He criticado eventualmente la falta de imparcialidad que ha tenido y un procedimiento que no siempre ha sido similar para todos. Por ejemplo, en temas de retirar candidatos de una fórmula presidencial, a George Forsyth lo quitaron por ‘quítame esta paja’. Y, sin embargo, en el caso de Dina Boluarte, que es evidente que está en un tema de confrontación con las normas electorales, la mantienen y no pasa nada. Entonces, eso me parece sumamente inequitativo.
La primera invocación que le hago al JNE es esa. La segunda es que el objeto del JNE, incluso de acuerdo al texto de 1993, establece en el artículo 176 cuál es el fin del sistema electoral, que es garantizar traducir la expresión auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos. Tienen que controlar si efectivamente ha habido esa expresión auténtica, libre y espontánea, y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector, expresada en las urnas. Es decir, si se expresó en las urnas una voluntad y si esa voluntad eventualmente no ha sido recogida en los escrutinios, y hay pruebas. El problema es que no solamente debe haber insinuaciones, debe haber pruebas de eso, y los documentos públicos deben estar abiertos para que las personas estén en la capacidad de demostrar que ha habido esta desadecuación a lo que son los principios del derecho.
Ante eso, ¿que debe hacer el JNE?...
Si hay eso, naturalmente el JNE tiene que resolver. Y el argumento de que hay muchas impugnaciones me parece un argumento de poco peso (...). Si vencieran los 45 minutos (de un partido), juegas un suplementario o un adicional. Es cierto que el texto establece, como decía la Constitución del 79 también, que el periodo presidencial comienza el 28 de julio, pero si no ha terminado de definir quién es el que ha ganado las elecciones; lo definirá el 5 de agosto y no se va a caer mundo porque eso suceda y no se va -como dicen- a sustraer la materia, ¿Por qué? Porque el 5 de agosto, el señor Castillo o la señora Fujimori esperamos sigan viviendo y adicionalmente esperamos que el Perú siga existiendo. En consecuencia, no va a pasar nada si es que se asume el poder el 6 o 10 de agosto, mientras tanto hay una autoridad elegida y que se va a elegir, que va a ser el presidente del Congreso y que va a conducir interinamente el Estado.
Desde su perspectiva, ¿hay tiempo que el Jurado debió tomar en consideración -más allá del 28 de julio- para proclamar los resultados?
Creo que lo ideal es que actúen con mayor prontitud. Que en vez de ver 10 actas, vean 30. Creo razonable que los actos que ha pedido el JNE, que las impugnaciones que son similares se resuelvan en una causa.
¿Por qué cree que no se investiga? El JNE ha remitido expedientes a la Fiscalía alegando que este es el espacio para que se indague.
Personalmente pienso que las objeciones sobre tema electoral, porque estamos hablando de justicia electoral, es una atribución exclusiva del JNE. Después vendrá el tema de la responsabilidad penal, pero lo primero que ellos deben resolver, la primera tarea que les corresponde es resolver quién ganó las elecciones.
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¿Considera que el JNE está politizado?
Mira, yo creo que toda la sociedad debe estar politizada porque tiene que tener interés en la política, lo que no puede estar es partidarizado que es distinto. Ahora, el JNE está actuando -espero- de la mejor manera que cree. Yo estoy en desacuerdo con muchas de las cosas que cree pero, al final de cuentas, es la autoridad vigente y que no se discutió antes del proceso electoral. Entonces, discutirla ahora en el post proceso electoral, es una cuestión post facto.
¿Cree que ante los hechos ocurridos, incluida la renuncia del magistrado Luis Arce, queda deslegitimado el ente electoral?
No, no. Hay una irregularidad que espero que se resuelva. Yo hubiera querido que el doctor Arce continuara ejerciendo sus votos singulares en este tema, creo que el doctor Rodríguez Monteza está en una situación similar pero no. Tiene que terminarse este proceso electoral, tiene que pronunciarse quién es presidente o presidenta en el término necesario para resolver las impugnaciones y juntos vamos a después a analizar las otras cosas. Tenemos que concentrarnos en el futuro del Perú. Efectivamente, quien gane, que es alguna de estas dos personas que ha obtenido cerca del 10%, no pretenda que con ese 10% le alcanza para trastocar el sistema peruano o para inmovilizar el sistema peruano.
¿Qué opina de la respuesta del Ejecutivo en rechazo del pedido de una auditoría internacional de Fujimori?
El Ejecutivo ha tenido su opinión. Digamos, ellos no creen que ha habido una situación que amerite ir a la OEA, pero la señora Fujimori cree lo contrario; y yo creo que ahora es preferible centrarse en lo que va a venir en el futuro. Ya sea que gane él, ya sea que gane ella.
¿Estaría en riesgo la legitimidad de un eventual gobierno de Pedro Castillo por los cuestionamientos a su elección?
Sin duda alguna, la legitimidad se gana con un ejercicio razonable del poder. No solamente en este caso la legitimidad de origen, sino eventualmente la legitimidad de ejercicio, qué es lo que se va a plantear. Si Castillo, llegado el momento que sea presidente, insiste en realizar o pretende llevar adelante acciones que desconocen lo que fue a lo que es la voluntad del 90% del Perú que no votó por él en primera vuelta. Entonces, tú con ese 10% no te alcanza para hacer lo que te da la gana, tienes que buscar consensos con otras fuerzas políticas, con las demás representaciones del país.
En este escenario, ¿cómo ve que se plantee una Asamblea Constituyente (AC)?
Bueno, que se plantee, cualquiera puede plantear lo que quiera, pero el tema es que, de acuerdo al texto del 93 -yo plantee en el año 2011 la nulidad del texto del 93 (...) tiene que plantearse la modificación del artículo 206 y, entonces, esa modificación tiene que discutirse en el Congreso. Si el pueblo plantea eso, no si Castillo lo plantea. Porque la posibilidad de que un tema vaya a referéndum solamente ocurre cuando hay un número de ciudadanos equivalente al 3 por mil de los electores que presenta su proyecto, en este caso el cambio de Constitución, y es rechazado por el Congreso. Si esto sucede, tú tienes el derecho a recoger las firmas para ir a un referéndum. Todo de acuerdo al texto del 93, que no es mi texto, ni creo que sea la biblia tampoco. Pero eso es lo que Pedro Castillo y Keiko Fujimori se comprometieron con todos los candidatos a eventualmente defender.
Se habló de la figura del referéndum y la recolección de firmas, según el congresista electo Guillermo Bermejo, para lograr una Asamblea Constituyente sin la participación del Congreso
No, eso no es verdad.
Castillo ha dicho que plantearía en su mensaje a la nación en el Congreso que se agende el tema de la AC, él bajo la figura de jefe de Estado.
En primer lugar, yo le haría una recomendación. Antes de plantear algo en el Congreso, primero que lo pase por el Consejo de Ministros porque la iniciativa de reforma constitucional, sea parcial o total, le corresponde al presidente de la República con aprobación del Consejo de Ministros. Si yo voy el 28 de julio cuando todavía no tengo Consejo de Ministros -porque aún no he podido nombrarlos porque aún no soy presidente-, entonces, no tengo en ese momento iniciativa de reforma constitucional. La iniciativa de reforma constitucional la tienes primero cuando lo discutes en el Consejo de ministros; aprueban el proyecto que está planteando el presidente y lo remiten. Y ahí termina la participación del presidente (....). Los temas constitucionales atañen a la representación del conjunto del país, no a la representación de un partido. El Ejecutivo normalmente está integrado por un partido, el que gana.
Desde su punto de vista, ¿qué escenario le espera al país en los siguientes meses?
Espero que sea un escenario de integración y de concordia, donde se discutan los temas, donde se delibere sobre los temas del país, donde no se detenga la marcha económica del país, donde efectivamente haya recursos para poder redistribuir mejor; donde se discuta la redistribución, donde se discuta el papel de cómo vamos a atender los servicios básicos primarios.
¿Alguna reflexión final?
Le recomendaría al profesor Castillo en caso de que ganara, que tuviera bien en claro que no se puede hacer una representación corporativa como pretende. Es decir, un grupo de ingenieros, campesinos, los mineros, en fin. Eso no, porque ahí no pones al hombre como igual, sino en razón de una función y esa no es la integración ciudadana que necesitas para hacer una Constitución democrática. Además, tú no puedes llevar al Congreso a una suerte de embajadores de intereses. Tú lo que tienes que llevar es gente que piense en la integralidad del país. Segundo, ya te dije que el presidente no puede hacer cuestión de confianza en temas constitucionales. Tercero, las modificaciones constitucionales son temas de grandes acuerdos nacionales, no son imposiciones de quien ganó por una nariz, por usar términos hípicos. Y cuarto, (Castillo) ha dicho que la Constitución debe tener olor, color y sabor a pueblo. Sí, estoy de acuerdo con eso, pero lo que sucede es que él no es el pueblo. Y el olor, color y sabor es el olor, color y sabor de todos, de los que votaron por él y de los que no. Y finalmente, no se puede romper el principio de alternancia. Él dice ‘yo quiero hacer una Constitución para que esto siga casi permanentemente’, es decir, lo mismo que Maduro en Venezuela; ya, esa no es una Constitución democrática. Tú tienes que mantener siempre el principio democrático y de alternancia. Eso me parece fundamental.
Alberto Borea
Abogado. Experto en derecho constitucional, procesal constitucional y litigios en general. Ha sido docente y expositor en diversas universidades. También tiene trayectoria política, como diputado y senador, líder de movimientos políticos, etc.