La gestión de Alejandro Soto como presidente del Congreso estuvo enmarcada por denuncias, plagios, blindajes, ausencia de comunicación con la prensa, entre otros temas.
Sin embargo, otro aspecto que no puede pasar desapercibido vinculado al parlamentario electo por Alianza para el Progreso (APP) es su desempeño legislativo.
De acuerdo con información revisada por Correo, de los 40 proyectos del apepista que fueron publicados en el diario oficial El Peruano, 16 de ellos son declarativos.
Es decir, el 40% de esas normas no tienen ningún valor significativo para el país.
BALANCE
En la página web oficial del Congreso, Soto Reyes figura con un total de 222 proyectos presentados desde que asumió el cargo el 28 de julio de 2021.
Hecho que se podría interpretar como una iniciativa en la mesa de partes cada cuatro días.
Si revisamos a detalle los textos, estos se distribuyen de la siguiente manera: En cuarto intermedio (1), en reconsideración (1), enviados al archivo (3), autógrafas (3), en agenda del pleno (7), retiradas (5), dictámenes (23), orden del día (27), dictámenes, en comisión (112) y 40 publicadas en El Peruano.
De este último grupo, 16 son leyes que declaran de interés nacional y de necesidad pública, por ejemplo, la rehabilitación de alguna vía férrea o carretera, la ampliación de un hospital, la construcción de un museo, así como la creación de un distrito.
También están incluidas leyes que reconocen alguna festividad religiosa como la Virgen del Rosario, Virgen de las Mercedes, del Señor de Torrechayo, entre otros.
Al igual que el apepista, hay al menos tres legisladores más que parecen haber tomado la labor legislativa como su única tarea o la forma de su justificar su trabajo, pues han presentado una exagerada cantidad de propuestas.
La legisladora que lidera el ranking es Katy Ugarte de la bancada Unidad y Diálogo Parlamentario, con un total de 289 proyectos presentados (ver infografía).
Es decir, en promedio una iniciativa cada tres días.
La cifra llama la atención si se considera que un proyecto incluye la propuesta, las motivaciones y requiere de un estudio técnico en la mayoría de los casos.
Ugarte tiene 225 proyectos que todavía permanecen en comisiones y si bien ha logrado que se publiquen en el diario oficial El Peruano 22 de sus textos, varios de ellos están vinculados a leyes que prorrogan normas ya existentes, leyes que “fortalecen”, que “promueven” o las reiterativas leyes que declaran de interés nacional la creación de algún distrito, universidad, entre otros.
El segundo puesto lo ocupa Jorge Flores de Acción Popular (AP), quien también ha presentado en promedio un proyecto cada tres días, pues a la fecha su nombre aparece como autor principal de 278 de ellos.
Por ahora tiene 164 iniciativas que se estudian en comisiones, mientras que 40 de sus propuestas se publicaron en El Peruano.
Sin embargo, 25 de esas normas, es decir, más de la mitad, están referidos a declaratorias de interés nacional, leyes que declaran en importancia determinados temas o declaratorias de patrimonio cultural.
Soto ocupa el tercer lugar de propuestas, mientras que Segundo Montalvo de Perú Libre (PL) se queda con el cuarto puesto con 201 iniciativas. En consecuencia, una cada cuatro días de sus propuestas ingresó a la Mesa de Partes del Parlamento.
Según el portal web del Congreso retiró una propuesta, una fue aprobada en primera votación y tiene una autógrafa de declaratoria de emergencia.
Además, cinco se fueron al archivo, seis están en la agenda del pleno, 13 son órdenes del día, 21 fueron publicadas, 24 tienen dictamen y 129 todavía son estudiadas en comisiones.
Sin embargo, no son los únicos parlamentarios que se encuentran muy activos si se habla de presentación de proyectos.
También hay un grupo de al menos cinco legisladores que pasaron la valla de 100 textos, todo de izquierda.
Ellos son: Esdras Medina de Unidad y Diálogo Parlamentario (100), Luis Aragón de Acción Popular (115), Paul Gutiérrez del Bloque Magisterial (117), Waldemar Cerrón (137) y Flavio Cruz (137) de Perú Libre.
OPUESTO
Así como hay un grupo de congresistas que presentan proyectos de ley en altas cantidades, también existe una parte que es lo opuesto.
De acuerdo con información revisada por Correo, al menos siete congresistas presentaron menos de 10 iniciativas desde que asumieron el cargo.
La parlamentaria Gladys Echaíz de Renovación Popular tiene dos proyectos, aunque ambos ya fueron publicadas en el diario oficial El Peruano.
Se trata de la modificación de la Ley 26842 sobre el destino final de los cadáveres de los condenados por el delito de terrorismo y la ley que otorga el grado superior al personal de la Policía Nacional del Perú en situación de actividad.
El nombre de Fernando Rospigliosi de Fuerza Popular (FP) también figura con dos proyectos. Sin embargo, este asumió el cargo hace unos meses tras el deceso de Hernando Guerra García. También está Abel Reyes de Perú Libre con tres propuestas: Una ley que crea una brigada comunitaria ante un desastre, una declaratoria de emergencia y una declaratoria de necesidad de la distribución del espectro electromagnético.
Ninguno de sus texto ha sido promulgado.
José Balcázar de Perú Bicentenario tiene seis iniciativas, de las cuales, solo una aparece en El Peruano, pero no se le puede atribuir su autoría porque se trata del reglamento de selección de candidatos para la elección de magistrados al Tribunal Constitucional, norma que debía firmar por ser el presidente de la comisión que encabezó el proceso.
Finalmente están Luis Cordero de Unidad y Diálogo con ocho, así como Ana Obando de FP con nueve propuestas.
ANÁLISIS
Para César Delgado - Guembes, exoficial mayor del Congreso, la calidad de una ley aprobada por el Parlamento se evalúa desde el punto de vista de la necesidad.
Es decir, primero se debe considerar cuál es el problema real que se quiere tratar en el Perú y si efectivamente una ley puede dar resultados eficaces.
“Si no se tiene una línea base a partir de la cual se propone un proyecto legislativo, cualquier esfuerzo que se haga va a ser superfluo, efímero, banal o una niñería”, indicó.
En diálogo con Correo, el profesor en derecho parlamentario fue muy crítico con aquellos que presentan propuestas que no persiguen un fin.
“A veces se utiliza el criterio de ´basta con que yo sea congresista para presentar una iniciativa legislativa´, para presentar todos los proyectos que se me ocurren o que se me vengan en gana. Y si eso ocurre, no hay ningún tipo de análisis, entonces lo que estamos encontrando es una inflamación intestinal. Eso es lamentable”, afirmó.
En otro momento, Delgado - Guembes explicó que el principal filtro para los proyectos deberían ser las bancadas luego de hacer un análisis de la propuesta, un diagnóstico de la realidad que justifique la presentación de la norma y que se garantice que a partir de ella se puede solucionar el problema.
“Si estamos ante alternativas que no requieren una intervención legislativa, entonces ese proyecto es innecesario, es superfluo, es impertinente y es irrelevante así de sencillo”, apuntó.
El constitucionalista Alejandro Rospigliosi se pronunció en un sentido similar.
“Hay tantos proyectos de ley, pero en el fondo lo que importa es que tengan una consecuencia, no que sean normas declarativas, porque estoy seguro que si entramos a ver el detalle de cada uno, la mayoría serán declarativas. Eso no sirve de nada”, sostuvo.
Consideró que lo único que hacen las normas del tipo declarativas son saturar de la web del Congreso y engañan al elector.
“De alguna manera se le está diciendo que el congresistas tienen determinadas normas, cuando la realidad es que la mayoría son declarativas y eso es una estafa al elector, porque no regulan ni promueven nada”, dijo.
También explicó que la elaboración una iniciativa legislativa demanda aspectos como la investigación, exposición de motivos, citar fuentes académicas, estadísticas, entre otros aspectos.