Planta de camisea, La construcción del ducto de 730 kilómetros desde la planta de Malvinas, en el distrito de Echarate, en la región Cusco,
Planta de camisea, La construcción del ducto de 730 kilómetros desde la planta de Malvinas, en el distrito de Echarate, en la región Cusco,

La intención del Ejecutivo en nacionalizar el gas del yacimiento de ubicado en la ciudad del Cusco (La Convención), ha generado una polémica y también fuertes críticas desde el Parlamento al , por señalar que iba a firmar un Decreto Supremo “sobre la recuperación del gas”.

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Por ello, Correo se comunicó con diversos especialistas a fin de que nos expliquen qué gana y qué pierde el Perú si se nacionaliza el gas de Camisea.

Desde la Sociedad Peruana de Hidrocarburos nos indicaron que la nacionalización del yacimiento del costaría US$ 30,000 millones al Estado peruano, que implica todo el presupuesto del sector Educación, Salud y Transportes.

“Además se afectaría el principio de seguridad jurídica para las inversiones, lo cual perjudicaría nuestra percepción como país, ahuyentando la llegada de inversiones; no solo en el sector hidrocarburos”, explicaron.

Asimismo, señalaron que nacionalizar el gas de afectaría el proceso de diálogo que ya se abrió entre el Gobierno y el consorcio. “Recordemos que la renegociación de un contrato requiere el equilibrio entre las partes, pero, al negociar bajo una amenaza de expropiación se aleja el equilibrio para que una negociación llegue a buenos términos”, sostuvieron.

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EXTENSIÓN DE CONTRATO

Por su parte, Carlos Gonzales, consultor especialista en hidrocarburos de Enerconsult S.A, sostuvo qué, primero, es importante saber qué es lo que el quiere renegociar.

“Si seguimos el objetivo de la Comisión Multisectorial, se supone que el objetivo es ampliar reservas, infraestructura y masificación. Entonces, la pregunta es: ¿Y qué tiene que ver el contrato de licencia con la masificación? Actualmente, se producen 1,600 millones de pies cúbicos de gas en Camisea y se tienen que reinyectar todos los días 400 millones porque no hay demanda”, alegó el especialista.

En esa línea dijo que no es culpa del Consorcio Camisea que no haya demanda interna. “¿Para qué quieren ampliar reservas si no hay demanda interna?”, se preguntó.

“Nacionalizar o estatizar, más allá de que el señorno diferencie sus significados, en la práctica significa expropiar los yacimientos de Camisea. ¿Qué gana y qué pierde el Perú? Tendría que enfrentar arbitrajes internacionales que perdería sin duda alguna. Asumiría el control de una operación en la que no tiene experiencia”, dijo Gonzales.

Asimismo, lamentó que el Gobierno no comprenda quees todo un sistema de explotación económica, así como una cadena de eslabones en la que los lotes son solo el primer eslabón. “El Estado perdería mucho y ganaría muy poco porque no está preparado para asumir una operación tan compleja como es la de explorar y explotar gas natural”, manifestó.

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A su turno, el ex director general de Hidrocarburos del , y actual socio director de Gas Energy Latin América, Gustavo Navarro Valdivia, señaló que el Ejecutivo debería precisar que entiende por nacionalizar.

“Si con esa palabra queremos decir cambiar a los titulares actuales del contrato de licencia firmado entre y el Consorcio Camisea, para ser reemplazados por alguna empresa del Estado peruano, entonces, estamos realmente hablando de estatizar”, dijo.

En ese sentido, sostuvo que estatizar el gas de Camisea significaría que el pierda tiempo, dinero, posibilidad de avanzar rápido en la gasificación, así como espantar a la inversión en el país. A su juicio, tendríamos muchos problemas legales, técnicos, económicos, entre otros.

“En lugar de esa supuesta nacionalización o estatización, se debería conducir una renegociación del contrato de licencia, según los procedimientos allí establecidos, y buscar obtener beneficios que permitan mejores condiciones para la llegada del gas a las provincias: precio promocional para estos proyectos, molécula gratis para los usuarios domésticos por los próximos 10 años, precio especial para los usuarios de GNV en provincias, cambiar el criterio de fijación del precio del GLP de paridad de importación a paridad de exportación, entre otros”, explicó Navarro.

Desde su óptica, dijo que las citadas condiciones podrían estar sujetas a una extensión del contrato con obligaciones de inversión de parte del Consorcio Camisea, de tal manera que se aumenten las reservas de gas del país.

CAMISEA BENEFICIA

Para Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad de Minería, Petróleo y Electricidad, la Constitución Política establece con claridad que los recursos naturales son patrimonio de la Nación y que el contrato de Camisea no genera perjuicio alguno para el país y la población, al contrario, lo beneficia.

“Actualmente, Camisea deja al Estado, entre impuestos y otros aportes, el 65% de sus utilidades. Es decir, S/ 65 de cada S/100 de las rentas que genera el Consorcio Camisea, se quedan como pago de impuestos y regalías. En 17 años de operación ha aportado al Estado más de 40,000 millones de soles, entre impuestos y regalías. Más de la mitad del presupuesto de Cusco, la región donde se ubica el yacimiento proviene del canon gasífero (...) se generan aproximadamente 2 millones de dólares diarios en favor del país, de los cuales un millón va directamente a la región ”, explicó a este medio.

Según Pablo de la Flor, la amenaza de la nacionalización del proyecto Camisea es inconstitucional y, además, pone en grave riesgo la matriz energética del Perú, debido a que cerca del 40% de la electricidad del país se genera con gas natural, permitiendo que tengamos una energía más limpia y económica.

“Hoy, alrededor de 6 millones de peruanos usan en nuestro país. Esto supone un ahorro de casi US$ 420 millones para sus bolsillos. Adicionalmente, son más de 13,000 los comercios conectados a gas natural, y es la fuente de energía de más de 300.000 vehículos que usan GNV. El gas natural de Camisea llega a 10 regiones del país a través de servicio residencial, vehicular e industrial”, manifestó.

De la Flor añadió que tiene tres lotes produciendo y, el más grande (Lote 88), es de uso exclusivo para el mercado peruano y el que tiene más del 60% de las reservas.

“La producción de este está muy por encima de la demanda local, lo que genera que el 25% de lo que se produce deba ser reinyectado. Sin embargo, es necesario impulsar la masificación del gas natural para que llegue a la mayor cantidad de regiones, más aún considerando que cerca de 400 pies cúbicos se reinyectan diariamente porque no hay mercado”, señaló.

A su juicio, para que el gas natural llegue a más personas, es necesario potenciar nuevos proyectos de inversión e infraestructura, además de generar estímulos para propiciar su uso y acelerar la instalación de conexiones que permitan que el hidrocarburo llegue a la mayor parte del territorio.

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“Hay que ser bien claros, el tema de la masificación del gas en el Perú es responsabilidad del Estado, no del ”, sentenció.

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