Gabino Huachani Arhuari propietario del fundo Laura en San Antonio de Chuca . Crédito: Roxana Fernandez.
Gabino Huachani Arhuari propietario del fundo Laura en San Antonio de Chuca . Crédito: Roxana Fernandez.

Parte del agua que consume desde el niño más humilde hasta la más alta autoridad en Arequipa brota en las inmediaciones de la vivienda de Gabino Huachani Arhuari. El recurso emerge desde las profundidades de la tierra y aparece en la superficie, a pocos metros de su casa.

Gabino es ganadero y dueño del fundo Laura, en el en la provincia andina de Caylloma. Allí pasta sus vicuñas y alpacas. Si Gabino pudiera pedir algo, sería dejar de pagar al municipio los S/ 14.50 mensuales por el agua. O al menos pide un gesto de retribución desde el Estado por cuidar el cristalino recurso, que es lo primero que contempla cada día al cruzar la puerta de su vivienda.

Esta tarifa surgió el 2008. Aquel año, recuerda, se secaron los ojos de agua del fundo vecino Ichocollo y doscientas familias resultaron afectadas con el estrés hídrico. Los vecinos de este sector no son usuarios de. Fue más bien el gobierno local y los lugareños quienes tuvieron que construir una pequeña represa en la parte alta. También instalaron tuberías hacia las casas. Y fue entonces que se estableció un pago por el agua al municipio.

Gabino considera que su terreno de cinco hectáreas ha sido bendecido, privilegiado. Unos sesenta ojos de agua se abren paso desde las profundidades, para emerger en los dominios de la familia Huachani. Nadie en San Antonio de Chuca tiene tal cantidad de fuentes naturales provenientes de cauces subterráneos.

Ojos de agua en San Antonio de Chuca.
Ojos de agua en San Antonio de Chuca.

En su extensión de terreno nace el 10% del recurso hídrico que forma el río Sumbay, según explica el secretario técnico del Concejo de Recursos Hídricos de la cuenca Quilca-Chili, Ronald Fernández. El especialista subraya además que el río Sumbay es el más importante de la zona alta de Arequipa, que se une al río Chili para finalmente abastece a la Ciudad Blanca.

Cristina Portocarrero, del Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecoregión Andina (CONDESAN), explica que los ojos de agua, como aquellos que nacen en los predios de Gabino, son fuentes que se generan por acumulación de la lluvia que se infiltra y almacena de manera natural en el subsuelo.

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QUILCA - CHILI.

San Antonio de Chuca tiene la apariencia de un pueblo donde el tiempo se ha detenido. Setenta años atrás, cuando nació Gabino, se promocionaba la industrialización del país. En la actualidad, este distrito ubicado a 4 mil 525 metros sobre el nivel del mar sigue sumido en la pobreza.

La localidad alberga a cerca de 900 ganaderos que sobreviven con la crianza de vicuñas y alpacas. Si no fuera por este cuidado de la comunidad sobre los ojos de agua, quizás en la ciudad de Arequipa el uso del agua sería más restringido. Desde el acto de tomar un vaso de agua o darse una ducha, hasta el regado de los productos con los que la población se alimenta. Todo está condicionado al agua.

Por eso es importante su gestión a través de las seis represas y siete centrales hidroeléctricas instaladas en Sin embargo, en las comunidades hay temor de que la muerte del ojo de agua del Ichocollo se replique en el fundo Laura y otras estancias.

Cuenca Quilca Chili distribución.
Cuenca Quilca Chili distribución.

La preocupación está justificada para Justo Llosa, responsable del área de Desarrollo Social y Comunidades de la localidad. Relata que los grandes bloques de hielo que cubrían los cerros desaparecieron hace cinco años y las lluvias ya no son de la misma intensidad.

San Antonio de Chuca forma parte de la. El jefe de esta reserva, Jhon Machaca, ha cuidado este territorio por más de 20 años. Estima que el 40% de la capacidad de los embalses es ocupada solo por sedimentos. Todo esto trae consigo serias consecuencias: el distrito perdió 1500 hectáreas de bofedales en los últimos 30 años.

INFRAESTRUCTURA NATURAL.

A treinta minutos de Imata se encuentra el fundo Pausa, propiedad de Isaías Condori. La propiedad comprende tres hectáreas, cortejadas por extensas praderas y cerros de colores. En este lugar utilizan plantas que ayudan a regular el agua. Se trata de una práctica de gestión del agua, con el uso de la misma infraestructura natural de la zona.

Isaías me muestra, por ejemplo, la plantación de la chilligua. Esta planta almacena el líquido en las temporadas de lluvia y evita que los suelos se erosionen. La siembra de tola en la zona es otra práctica que se impulsa desde 2015.

La siembra de pastos es una actividad que realizan los pobladores de San Antonio de Chuca.
La siembra de pastos es una actividad que realizan los pobladores de San Antonio de Chuca.

Si bien los comuneros usan estas plantas como infraestructura natural para la gestión del agua, existe otra práctica desde el 2019 que es materia de análisis, ante posibles riesgos para los ojos de agua. En un área seca de Pucará, a 15 minutos de Imata con motocicleta, la municipalidad elaboró un prototipo para ampliar bofedales y praderas.

Para tal fin, utilizan un polémico sistema de riego por aspersión que funciona con la energía de los paneles solares. La polémica surge respecto a si esta iniciativa protege o no las fuentes subterráneas.

Para Machaca la extracción del líquido va a generar impactos a mediano y largo plazo. Explica que para utilizar agua del subsuelo se tiene que saber en cuánto tiempo se recarga, con proyecciones de disponibilidad hídrica asentadas en un estudio previo. Tanto Machaca como Portocarrero coinciden en que no hay forma de establecer eventuales impactos positivos con esta intervención.

Proyecto de recuperación de bofedales y praderas
Proyecto de recuperación de bofedales y praderas

LA RETRIBUCIÓN.

—¿Qué recibimos nosotros? —cuestiona Ricardo Tola en su oficina—. El agricultor es representante de la Comisión de Usuarios de la cuenca alta Quilca Chili, reconocida desde diciembre del 2020 .

Tola relata que hace 10 años las poblaciones asentadas en la cuenca alta, como San Antonio de Chuca, luchan por ser reconocidas por las autoridades y la ciudad. No es dinero para los bolsillos de sus familias lo que pide este hombre de 52 años y exautoridad del distrito donde nace la cuenca.

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Reclama proyectos para conservar el agua. Si gran parte de la ciudad de Arequipa no tiene sed, es gracias a que ellos conservan plantas y pastizales que protegen el recurso hídrico de los ojos de agua. Una alternativa es alcanzar iniciativas para que sean financiadas por el Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE) de la empresa de saneamiento SEDAPAR. Esta empresa empezará a recaudar desde noviembre del 2021.

Los chuqueños esperan que SEDAPAR también incluya proyectos de inversión para la conservación y mantenimiento de los ojos de agua, por ser fuente directa del recurso que llega a Arequipa.

San Antonio de Chuca tiene la apariencia de un pueblo donde el tiempo se ha detenido.
San Antonio de Chuca tiene la apariencia de un pueblo donde el tiempo se ha detenido.

Desde San Antonio de Chuca, Gabino asegura que no se moverá de la zona. “Me quedaré en el fundo Laura hasta que muera”, confiesa. Tiene, eso sí, la esperanza de que alguno de sus hijos regrese para continuar el legado de la familia Huachani: custodiar los ojos de agua.