A los 10 años, Bernardino Arce aprendió el arte de hacer figuras con arcilla. Le enseñó su padre, un profesor de cerámica de Pucará, un pueblo a 4 horas de Puno, donde nació el torito de la protección y la felicidad. Junto a sus 10 hermanos, Bernardino ayudaba a su padre para mejorar la economía del hogar, luego de la muerte de su madre. En aquel entonces, ese niño que dividía su día para asistir a clases, cuidar de sus hermanos y hacer elementos de arcilla, no imaginaba que se convertiría en un artesano de éxito y recorrería 15 países llevando la cultura de Arequipa al mundo.
Bernardino Arce Corimaya, de 46 años, recibió el premio Amauta de la Artesanía Peruana 2021, máxima distinción que concede el Estado peruano a la artesanía nacional, comenta que su camino como artesano inició cuando tenía 25 años, luego de dejar la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de San Agustín, pues la responsabilidad de tener una familia le impedía continuar. Sus primeros trabajos fueron cruces rústicas de arcilla procedente del distrito de Characato que impresionaron a Aquiles Delgado, de una Fundación Alemana.
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Pronto buscó innovar con diferentes tipos de arcilla a variadas temperaturas, combinando técnicas y estudiando a profundidad la cultura arequipeña de Petroglifos de Toro Muerto, del valle de Majes, Churajón y Chuquibamba.
Pero bien, reza un refrán de origen bíblico, nadie es profeta en su tierra. Durante los primeros años, el trabajo innovador de Bernardino no fue valorado en el país. Lejos de tirar la toalla, el maestro artesano emprendió en ferias extranjeras de Latinoamérica y Europa, donde sus productos tuvieron gran acogida.
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Al poco tiempo, el nombre Bernardino Arce se hizo una marca que lo llevó a ganar distinciones, entre las más recientes están el Premio de Diseños de Productos en la Feria Iberoamericana de Artesanía en Cuba, 2017 y reconocimiento Joaquín López Antay, 2019.
En 2021, creó un gotero decorativo para macetas. Elaborado como arcilla y con el diseño de aves en peligro de extinción en el país, la propuesta ganó el X Premio Nacional de Diseño de Artesanía Peruana.
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Desde el pabellón de Perú instalado en la Expo 2020 Dubái, Bernardino enseñó a los cientos de visitantes como es un día común de trabajo en su taller de Alto Selva Alegre. Fue parte de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú) que representó al país este año en Emiratos Árabes.
El artesano amauta, hoy está en la cúspide de su carrera, pero aún quiere más. Espera enseñar nuevas técnicas a los nuevos artesanos, como el disgregado de polvo de sillar en la elaboración de platos, para dejar de usar el esmalte en los acabados, o los pulidos en mate.
Bernardino reflexiona sobre la historia de Arequipa, el país y el mundo; el legado dejado por los ancestros es difundido, pero cree tener la responsabilidad de crear para dejar su huella en la cultura nacional. Por lo pronto, exposiciones en Colombia y Argentina ya están en su agenda este año.