Este año, la gestión de Marlon Angulo Salvarría en la gerencia general de la Sociedad de Beneficencia de Trujillo (SBT), fue observada varias veces por decisiones que habrían ido contra los intereses de la institución. La condonación de una deuda de 8 mil dólares por uno de las casonas y el desistir de un proceso judicial lo pusieron en la mira del concejo municipal, pero aun así se mantuvo en el cargo de confianza.
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Indagan
Sin embargo, hoy la Contraloría indaga en ambos casos. En la condonación de miles de dólares fue beneficiada la empresa CT Proesa que alquila una casona en la cuadra 3 del Jirón Independencia.
“Las beneficencias viven y se autofinancian de los ingresos por los arrendamientos. Si es política fraccionarlas (las deudas) y dar facilidades para pagarlas, pero no condonarlas, salvo se trate de un caso muy excepcional, que no es este”, explicó la regidora Olga Cribilleros, tras advertir este caso y denunciarlo en sesión de concejo.
En esta edificación de propiedad de la SBT, por cuyo alquiler se pagaría US$ 2 mil mensuales, funciona el Centro Cultural Constante Traverso Lombardi, vinculada con el expresidente de la Beneficencia Constante Traverso Flores.
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Otro caso
Angulo también fue cuestionado por el Sindicato de Trabajadores de la Beneficencia, lo señalaban por “dejar que la institución pierda un predio ubicado en la urbanización San Fernando”. El exgerente le señaló a Correo que el caso había sido reportado ante la Procuraduría y que iban a luchar por el predio.
El último caso que terminó con la salida de Marlon Angulo fue la concesión por 30 años del cementerio Mampuesto a favor de la empresa Jardines de la Paz. Toda la información es revisada por Contraloría.