Una vez abierta la lata de conserva, hay que evitar volver a guardarla en la nevera. (Taken / Pixabay)
Una vez abierta la lata de conserva, hay que evitar volver a guardarla en la nevera. (Taken / Pixabay)

Una conserva de atún en la despensa es una gran salvación cuando no se cuenta con pollo o carne en la nevera y es hora de pensar en qué almorzar o cenar; sin embargo, muchas veces no se consume todo el contenido y es aquí donde los aparecen para conservar de la mejor manera esa cantidad restante.

Este es uno de los pescado azules más nutritivos y versátiles que hay e su versión enlatada es un ingrediente habitual en todo el mundo, aunque su presentación fresca es la más nutritiva y recomendable. Es una excelente fuente de ácidos grasos esenciales, proteínas y nutrientes.

El Ministerio de la Producción de Perú, mediante su programa , difundió en Instagram unas recomendaciones para mantener en buen estado la conserva de atún.

  1. Si no consumes la totalidad de la conserva, puedes guardarla en la refrigeradora.
  2. Antes de refrigerarla coloca el contenido en un envase de vidrio con tapa y bota la lata a la basura.

De esta manera también se evitará los olores desagradables dentro del electrodoméstico. Además, es importante decir que se debe consumir pronto, pues no durará muchos días.

¿Por qué no guardar la lata abierta?

El cambiar el contenido a un recipiente de vidrio y con tapa responde a una vez abiertos, los alimentos reaccionan rápidamente al metal de la lata y al oxígeno, lo que puede alterar su sabor o producir manchas de óxido.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un artículo cambiar los restos de las latas abiertas a otros recipientes de plástico o cristal. Esto permitirá mantener las cualidades y propiedades de los alimentos.

Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar

Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

Busca productos de temporada

El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.

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