Poco le sirvió a Dina Boluarte ser nombrada la primera presidenta mujer en la historia del Perú, pues desde que asumió el cargo -en diciembre de 2022- su gestión se ha visto enmarcada por una serie de errores que dieron como resultado un 5% de aprobación, un récord histórico desde que existe un registro.
De acuerdo con expertos consultados por Correo, hay una serie de elementos que abrieron la puerta para que la mandataria tenga una nula legitimidad popular que hoy la golpea.
MOTIVOS
Para el analista político Fernando Tuesta, el problema de la desaprobación de la mandataria radica desde el primer día en que obtuvo el cargo.
“Desde que inició su mandato ella fue desaprobada. Desde el primer mes, nunca tuvo un nivel de legitimidad, pero ahora ya es extremadamente bajo y tiene que ver totalmente con el desempeño de su gobierno”, indicó.
El politólogo consideró que uno de los primeros aspectos de la baja aprobación de Boluarte está relacionado a la manera en que enfrentó el estallido social que tuvo como resultado 49 fallecidos.
“Es un pasivo que carga el gobierno. Ella no dio respuestas satisfactorias de ningún tipo, nadie se hace responsable de la muerte de tantos peruanos. Por más que en algunos casos hubo gente que usó violencia, sobre todo en la destrucción de bienes públicos y privados, lo cierto es que no explica las muertes. Hay países que hay tenido movilizaciones de esa naturaleza y no el número de muertos que tenemos ahora”, indicó.
Tuesta señala que un segundo aspecto está relacionado a la falta de credibilidad de Boluarte por todos los escándalos vinculados a ella como el de su hermano Nicanor Boluarte y el caso Rolex.
“Esto se ha acentuado con el tema de los relojes y las alhajas que mintió al país, reiteradamente”, mencionó.
Cabe precisar que la presidenta Boluarte es investigada por el caso Rolex. La tesis fiscal sostiene que habría recibido lujosos relojes de parte del gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, a cambio de mayor presupuesto para su región.
Sobre este aspecto, añade que al gobierno le faltan políticas públicas para luchar contra la crisis económica y la inseguridad ciudadana.
Un dato no menor es que mientras la presidenta puede caminar con relojes valorizados en 15 mil dólares y rodeada de su personal de seguridad, un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) muestra que ocho de cada 10 peruanos tiene la sensación de ser víctima de algún hecho delictivo y casi un tercio de la población del Perú vive en situación de pobreza monetaria.
A esto se le suman los viajes al extranjero, que para Tuesta podrían ser en ocasiones innecesarios; así como el cambio constante de ministros.
“Ahora la rotación de ministros es casi parecida a la Pedro Castillo que fue nefasto. Todo este conjunto de cosas hacen una presidenta totalmente rechazada, su palabra no cuenta, no es creíble, pese a que ella pareciera que hablara a un mundo paralelo, ¿no? Porque la verdad que no hay nada que nos permita indicar que sus salidas a provincias vayan a balancear lo pésimo de su gobierno”, agregó.
Finalmente, Tuesta sostiene que si bien este conjunto de elementos explican el rechazo hacia Boluarte, hay uno más: La relación de subordinación con el Congreso.
“Boluarte tiene un respirador. Ella no tiene una base social y una legitimidad que la apoyen. Ella vive gracias al oxígeno que le da el Congreso”, apuntó.
ENLACE
El analista político Alejandro Rospigliosi se pronunció en un sentido similar.
Desde su punto de vista, la presidenta Boluarte tendría que aprender a decirle “no” al Congreso cuando este poder del Estado se equivoca.
“No observa las leyes que son claramente inconstitucionales y que debería observar. El ciudadano identifica a la presidenta como si fuera el patio trasero del Congreso y no es así, tiene que saber decir ´no´ y no lo está haciendo. Hay una subordinación grotesca. Tiene que tener la valentía para observar las leyes”, indicó.
Sumado a ello, Rospigliosi destaca una falta de conexión con los ciudadanos en medio de una recesión económica.
En esa línea, sostiene que esa falta de conexión se evidencia cuando no se rinden cuentas al pueblo a través de los medios de comunicación.
Como se recuerda, la mandataria no declara hace más de 60 días a la prensa.
“No declarar es una manera de no rendir cuentas, pero creo que nunca es tarde para buscar un rebote y corregir lo que haya que corregir”, agregó.
El especialista considera que es urgente que se hagan cambios en la gestión de Boluarte, porque hay un riesgo de que el 5% de aprobación que hoy tiene siga bajando más.
“Desde que asumió el cargo en diciembre de 2022, miren todo lo que está pasando. Está en una caída libre, no la está evitando. Lo que pasó el fin de semana, más de 10 mil pasajeros varados. Si le preguntas a uno de ellos ¿qué opinas de Boluarte? Van a responder con decepción”, apuntó.
POSTURA
La analista política Daniela Ibáñez de la Puente indicó que la aprobación de la presidenta Dina Boluarte cayó en razón a los escandalosos casos que afronta por el caso Rolex y las aparentes cirugías a las que se habría sometido el año pasado.
Sostuvo que, en respuesta a este tipo de acciones, la población ha manifestado su rechazo en contra de la jefa de Estado.
“La aprobación de Dina ha descendido por debajo del 10% a partir del escándalo de los relojes Rolex y las cirugías plásticas. Estos escándalos son historias que tienen alta resonancia en la población por la alta carga simbólica de la noticia: se rechaza la frivolidad de una presidente que se encuentra desapegada de la población”, opinó.
Agregó que a toda esta vorágine política se le suma la poca proclividad de la mandataria en responder a la prensa y la falta de credibilidad en sus respuestas en temas que golpean su gestión.
“A ello se suma, las mínimas intervenciones de la presidente ante la prensa y la falta de credibilidad en sus respuestas, tratando de exculparse de sus lujosos gastos de manera bastante mediocre. Además, la justicia ya empieza a formalizar investigaciones al respecto en su contra. Es por ello que la mayoría de la población desaprueba de su gestión”, añadió.
Desde el Congreso, no faltaron las reacciones por la baja aprobación de la mandataria.
Roberto Chiabra (APP) consideró que la presidenta Boluarte debería darse cuenta de que las encuestas están valorando su calidad de gestión y su silencio.
“Creo que es tiempo de que hable”, apuntó. Sin embargo, al ser consultado sobre una eventual vacancia contra la presidenta, dijo que los tiempos deben respetarse.
Para el legislador José Williams Zapata (Avanza País), las encuestas no deben minimizarse, porque es la expresión de lo que piensa la ciudadanía. “Siempre se tiene que tener en cuenta, por lo menos es un elemento de juicio valioso”, dijo.
Mientras que María del Carmen Alva calificó de “normal” la baja aprobación de la presidenta, tal como ocurrió en las gestión de los expresidentes Ollanta Humala y Alejandro Toledo.