Durante los dos últimos años, Karina Pacheco pasó mucho tiempo en Ruanda, África, teniendo más espacio y tiempo para escribir los siete cuentos que nos entrega hoy en su última publicación “Niños del pájaro azul”, bajo el sello editorial Alfaguara. Su estadía en la cuna de la humanidad le permitió escribir lo que ya hace varios años percibía sobre los ecos de la infancia en nuestro país. A través de una escritura ligera, estructura y con cortes fantásticos, la también antropóloga, nos entrega una envolvente narrativa que evidencia la falta de justicia ante el mal accionar del ser humano.
“Los cuentos me permiten explorar diferentes situaciones y tramas o imágenes o historias que me estremecen. Tenía el tema de los niños y los ecos de la infancia como memoria reparadora de esa infancia o los ecos de la infancia levantando la búsqueda de verdad y justicia. Ecos que aparecen para descubrir quiénes eran los personajes de estas diferentes historias”, detalla Pacheco a Correo.
A través de “Niños del pájaro azul” evidencias problemáticas vigentes en la Amazonía y los Andes...
En las propias ciudades también. El secuestro de niños es un tipo de tráfico y es algo que ocurre lamentablemente en todos los ámbitos de la sociedad, pero la mayoría de los casos que quedan irresueltos y no se sabe qué pasó, la gran mayoría, ocurre con los sectores más vulnerables.
¿Tu libro es una voz de protesta?
Sí. La infancia es una de las últimas ruedas del coche, más aún si son de sectores vulnerables, y hay diversas maneras de sacrificar niños. El Estado y las grandes instituciones de todo tipo: políticas, religiosas y educativas, se llenan la boca del cuidado de la infancia, pero en la práctica no demuestran que les interese un pepino.
Entonces, cómo podemos sentirnos más reconfortados por nuestro Gobierno...
Esperaría que todos y todas digamos basta ya a una manera de gobernar autoritaria que está destruyendo las instituciones básicas de la democracia, que está construyendo leyes en contra del bien común, empezando por leyes que favorecen la criminalidad. Por arte de magia esto no se resuelve, todos tenemos que pronunciarnos, quedarse callados no va a cambiar nada.
Tus textos nos hacen ver la realidad desde otra perspectiva...
El solo hecho de mirar, recordar y decir esto está ocurriendo para mi significa un avance y ese paso es propiciado por la lectura o las artes en general. Como lectora me gusta que la construcción de un tema, de una novela, te envuelvan. De manera que quieras ver hasta dónde llega para hacer un camino completo.
¿Qué otros temas abordas en tu libro?
En Eclipse abordo el tema de lo peligroso que se ha vuelto ser un periodista que trabaja en temas incómodos o que afectan al poder. Mientras que, en Trenza de sirenas, una nieta vuelve al lugar en donde hace 60 años atrás el cuerpo de su joven abuela se encontró encallado. [Se aborda] el tema del feminicidio y cómo llevas la herencia tanto de la persona asesinada y del asesino.
¿Crees que la narrativa fantástica engancha más al lector?
Yo creo que el relato realista también puede enganchar muchísimo al lector, pero depende de cómo lo cuentes. En mi caso aludo a elementos que pueden parecer fantásticos porque a veces lo insólito ocurre en la vida misma. Lo insólito es parte de lo cotidiano y, obviamente, no es que ocurra todos los días, pero hay cuestiones insólitas, elementos como el canto de un pájaro en un momento preciso y dramático de un día.
¿Cómo utilizas esta herramienta?
Sirve para narrar desde lo fantástico cosas que no son fantasías, pero pueden ser muy crudas para narrarlas con el lenguaje. Puedes narrar cosas terribles con el lenguaje literario y a veces calar más a fondo que con el lenguaje más realista.
SOBRE LA AUTORA
Karina Pacheco, escritora
La autora nacida en el Cusco es Doctora en Antropología por la Universidad Complutense de Madrid. Hasta el momento ha publicado siete novelas. A la par de su labor literaria se desempeña como directora de Ceques Editores.
2006 publica su primera novela “La voluntad del molle”.
2021 gana el Premio Nacional de Literatura.
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