

Ciudades como Chuquibamba, Caravelí, Cotahuasi y Omate quedaron devastados. El terremoto fue percibido en ciudades del Perú y otros países. Eran las 10:41 horas de un miércoles cuando de pronto la tierra comenzó a temblar registrándose un movimiento de 6.2 grados.

La región se recuperaba de otro movimiento telúrico producido dos años atrás; sin embargo, nada pudo detener el desastre natural. Una inmensa nube de polvo cubrió gran parte de la ciudad provocando dificultad entre las personas que transitaban por las calles.

El terremoto dejó un saldo de 63 personas muertas y centenares de heridos, de los cuales 30 murieron en Chuquibamba. Las localidades de Caravelí, Cotahuasi, Omate, Puquina quedaron destruidas.

En la ciudad muchos edificios antiguos de sillar que tenían grietas, a causa del terremoto de 1958, terminaron destruyéndose y otros quedaron dañados. Personal de tiendas y empresas trataban de recuperar la mercadería.

En las faldas del volcán Misti muchos derrumbes se originaron y específicamente en el sector de Charcani, se produjo un violento deslizamiento de tierras que originó el corte de fluido eléctrico, el mismo que fue repuesto horas después.

Los distritos de Tiabaya, Tingo, Huaranguillo, Tingo Grande, Sachaca, Yanahuara, Paucarpata, Characato, Socabaya, Mollebaya y Hunter resultaron con el 90% de sus viviendas destruidas.

El fuerte movimiento, en su epicentro, alcanzó el grado IX en la escala modificada de Mercalli. Mientras los pobladores invocaban a Dios piedad ante tamaño desastre.

Su radio medio de perceptibilidad fue de 750 kilómetros llegándose a sentir en las regiones de Cusco, Apurímac y Ayacucho. En menos intensidad en la ciudad de La Paz en Bolivia y el puerto de Antofagasta en Chile.