La intervención permitió retirar una masa de más de un kilo que comprometía órganos vitales.
La intervención permitió retirar una masa de más de un kilo que comprometía órganos vitales.

La historia de una niña de apenas cinco años, empezó con un dolor que la hacía doblarse y un abdomen que, día tras día, parecía crecer sin explicación. Sus padres notaron que algo no estaba bien, pero nunca imaginaron la dimensión del peligro. La llevaron de emergencia al Hospital de Alta Complejidad Virgen de la Puerta, de la Red Asistencial La Libertad, del Seguro Social de Salud (EsSalud), sin saber que estaban dando el paso que le salvaría la vida.

Al evaluarla, los médicos descubrieron que la pequeña tenía un sangrado interno que comprometía seriamente su salud. Y detrás de esa urgencia apareció lo más alarmante: un tumor renal gigantesco que ocupaba casi todo su abdomen y amenazaba con colapsar sus órganos.

Tras estabilizarla y detener el sangrado, los médicos realizaron una primera intervención mínima para ver qué ocurría dentro del abdomen. Fue allí donde descubrieron algo impactante: una masa de casi 20 centímetros y más de un kilo que desplazaba órganos y ocupaba gran parte de su pequeña cavidad abdominal.

El diagnóstico confirmó un tumor de Wilms, un tipo de cáncer que afecta los riñones en los niños y que, cuando crece de forma descontrolada, genera dolor, distensión y severas complicaciones. A esto se sumaba un hemoperitoneo, es decir, sangre libre dentro del abdomen, lo que hacía el cuadro aún más urgente.

Ante este escenario, el equipo decidió operar de inmediato. La cirugía fue realizada por especialistas en cirugía pediátrica y oncología, quienes sabían que el tumor estaba adherido a zonas muy delicadas. Para retirarlo, realizaron una laparotomía exploratoria, que consiste en abrir completamente el abdomen para tener acceso total a los órganos.

Así trabajaron con precisión milimétrica para despegar la masa del riñón y de vasos sanguíneos vitales, como la vena cava, la principal vena que lleva la sangre al corazón. Tras varias horas de una labor minuciosa y coordinada, lograron extraer el tumor completo y retiraron ganglios cercanos para continuar con el tratamiento oncológico más adecuado.

Luego de la cirugía, la pequeña fue llevada a cuidados intensivos pediátricos, donde su evolución fue favorable. Rodeada de médicos, enfermeras y especialistas que vigilaban cada detalle, logró recuperar color, ánimo y tranquilidad.

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